El desafío de educar en contexto de extrema pobreza
En el Jardín Multicolores se vienen desarrollando diferentes actividades como parte del Programa Conjunto “Primera infancia y sistema integral de cuidados”.
En una Argentina donde más del 40 % de la población y más del 56% de los niños y niñas vive bajo la línea de pobreza, cada vez son más las familias que enfrentan dificultades para acceder a los alimentos e insumos más básicos. Ante esta difícil realidad, existen políticas públicas y personas con vocación de servicio y voluntad de acción, que confían en que el acompañamiento, el cuidado y la educación desde la primera infancia pueden cambiar presente y el destino de estas niñas y niños para que puedan aspirar a un mejor porvenir.
Un ejemplo de esta dedicación es el Jardín maternal Multicolores, ubicado en una zona muy vulnerable del municipio de Godoy Cruz, en la provincia de Mendoza. La institución recibe 250 chicos y chicas, en dos turnos, aproximadamente 100 asisten al jardín maternal, 120 al centro de apoyo educativo, y 30 concurren al comedor.
Daniela Torres, la Directora de Protección y Restitución de Derechos perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social, Salud y Deporte del gobierno de Mendoza, que contribuye directamente con las actividades (alimentarias, de acompañamiento y de apoyo pedagógico) de la institución, destacó la labor y entrega de las autoridades y docentes del Jardín. Este espacio de primera infancia trabaja siguiendo una lógica de cuidado y contención pedagógica en situaciones de vulnerabilidad, enfocada en involucrar a la familia con actividades de integración, con talleres e instancias de acercamiento entre madres y padres e hijos e hijas, que les permita contar con más herramientas para participar activamente de su crianza.
Muchos de los niños y niñas que concurren al jardín atraviesan situaciones socialmente delicadas en sus hogares: sus viviendas son absolutamente precarias, muchos de sus padres y madres son muy jóvenes e inexpertos, no pueden acceder a los servicios y bienes básicos, tienen inserciones precarias en el marcado laboral, viven en situación de pobreza o pobreza extrema y atravesados en muchos casos por situaciones de violencia doméstica y adicciones que repercuten directamente en el crecimiento, desarrollo y ambiente en el cual habitan las niñas y niños.
En este marco, el trabajo del Jardín se volvió indispensable para la supervivencia y el desarrollo integral de estos 250 chicos y chicas, que encuentran en este espacio un lugar de pertenencia, de acompañamiento, cariño, cuidado y educación que les permita contar con un mejor presente y la posibilidad de un mejor futuro..
“Multicolores, es un espacio ejemplar, en él se ve reflejado todo el trabajo que realizan en su labor diaria sus directoras, docentes, auxiliares y maestranzas. Es un espacio donde se trabaja velando por el interés superior de los niños y niñas que acuden al centro, brindando no solo un servició educativo, pedagógico, nutricional y social, sino que también se realizan proyectos creativos a fin de vincular y hacer partícipes a las familias, brindando diferentes herramientas a los padres y tutores de los niños y niñas, creando así la apertura de espacios de escucha donde las familias acuden y encuentran un lugar de contención y confianza, facilitando así el acompañamiento y seguimiento de los niños y niñas”, aseguró Daniela Torres.
El jardín desde adentro: un trabajo centrado en el desarrollo integral de niñas y niños
La primera infancia es una fase de enorme potencial de desarrollo, si cuenta con un entorno favorecedor, como un período particularmente sensible a las vulnerabilidades. Asegurar que los niñas y niños cuenten con este entorno requiere de intervenciones integrales que tomen en cuenta las dimensiones de protección, alimentación, salud, inclusión, el cuidado y educación, entre otras.
El Jardín Multicolores busca abordar todas estas dimensiones y crear un ambiente armonioso donde las niñas y niños puedan desarrollarse plenamente.
Su directora, Lourdes Rubini, trabaja con mucha vocación y entusiasmo:
“Ayudamos a los niños y niñas a expresarse, a desarrollar su personalidad, los ayudamos a crear hábitos tales como el horario de la comida, el lavado de manos, rutinas de higiene personal y realizamos jornadas con los padres para educarlos a ellos también al respecto. Ellos mismos se asombran y nos cuentan como incorporan lo aprendido en el comportamiento hogareño.”
“Intentamos que en ese tiempo que los chicos están en el jardín, confíen en sus docentes, se sientan contenidos y evolucionen en su crecimiento”, enfatizaba Lourdes, quien además de su tiempo le pone el corazón a esta tarea diaria.
Vanesa Rojas de la Dirección General de Protección acompaña a Lourdes en la labor de asistencia social y pedagógica en la institución, trabajan en equipo y brindan apoyo a las familias, docentes y también al gabinete especializado que funciona en el jardín y que está dedicado a detectar, dar seguimiento y asistir a niñas y niños víctimas de vulneraciones de derechos.
Asegurar la alimentación de niñas y niños, una prioridad también en tiempos de pandemia
Rojas mencionó que, previo a la pandemia, los chicos y chicas tienen 3 horarios de comida: desayuno, almuerzo y merienda, acorde al turno al cual concurren. En tiempos de pandemia, con el jardín cerrado, el gobierno de la provincia se asegura de que los niños y las niñas sigan teniendo una nutrición adecuada y les entregan un bolsón mensual de alimentos variados, estratégicamente sugeridos por una especialista, pero que no puede incluir ni lácteos ni carnes para no cortar la cadena de frío. Las necesidades son tan grandes que hay madres que se acercan a pedirles ayuda cuando se quedan sin pañales, y la provincia y el jardín responden.
Más allá de garantizar sus comidas diarias, el jardín sigue fomentando las relaciones sociales y las actividades de educación y cuidado a través de encuentros virtuales. Consideran que es muy importante que no se pierda este vínculo y los aprendizajes que ya fueron adquiridos.
“Un porcentaje de los niños y niñas que pasaron por el jardín Multicolores seguirán un buen camino, intentamos mostrarles otras realidades, queremos cambiarles la historia”, asegura Vanesa Rojas convencida de los resultados de un proyecto que necesita de recursos económicos, pero también de voluntades y esperanza.
“En el jardín estamos plantando semillas a largo plazo, en esas cuatro horas ellos/as viven felices, y de esas semillas estoy segura de que en el futuro saldrán buenos frutos” expresó Lourdes, quien se muestra ansiosa de que el control de la pandemia le permita nuevamente reunirse con sus niños y niñas para recuperar el vínculo con ellos y volver a sentir que en esas salitas crecen pequeñas almas que serán grandes promesas.
La experiencia del Jardín Multicolores, en el contexto una Estrategia Provincial de Primera Infancia
En el Jardín Multicolores se vienen desarrollando diferentes actividades como parte del Programa Conjunto “Primera infancia y sistema integral de cuidados”. Este Programa es una iniciativa que llevan adelante UNICEF, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con la articulación de la Oficina del Coordinador Residente (OCR). A través de él, se busca contribuir al fortalecimiento de la política integral de cuidados para la primera infancia, con enfoque de género, para promover de manera estratégica e innovadora el cumplimiento de la Agenda 2030.
Entre las diferentes actividades que se llevan adelante en el marco de este Programa, se encuentra el acompañamiento a los gobiernos provinciales para la formulación de sus propias Estrategias orientadas a la primera infancia, el relevamiento de información diagnóstica, la sistematización de experiencias, y el diseño e implementación de planes de formación para efectores de servicios de educación y cuidado. El Jardín Multicolores ha participado, junto con otros más de 300 jardines y centros, en las acciones de capacitación desarrolladas en Mendoza. Por ese motivo, tanto las cuidadoras como el equipo directivo del jardín han podido conocer, entre otros temas, acerca de estrategias para abordar el impacto emocional de la situación actual de pandemia sobre los niños y las niñas. Esto será de gran ayuda para cuando puedan retomar su funcionamiento, y sin lugar a duda tendrá un impacto positivo sobre el bienestar de la primera infancia.