En primera persona: Un funcionario de ACNUR argentino relata su experiencia asistiendo a refugiados ucranianos en Polonia
19 agosto 2022
Día de la asistencia humanitaria
Martín Lettieri, es oficial de coordinación inter-agencial de la oficina multipaís de la agencia de las Naciones Unidas para refugiados (ACNUR) que abarca Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay. Hace pocas semanas regreso de Polonia, donde permaneció por un período de tres meses alternando entre las ciudades de Varsovia y Przemysl para dar apoyo en la implementación del plan de respuesta para refugiados en Ucrania (RRP). Es a través de esta iniciativa que ACNUR coordina el trabajo de 150 organizaciones de ONU y de sociedad civil en 7 países para asistir a quienes desde febrero huyen de la guerra.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), lidera la asistencia a la población desplazada internamente mientras que ACNUR, coordina la operación de respuesta a la población refugiada fuera de Ucrania.
Desde el 19 de abril, la labor de Martín estuvo enfocada en asegurar que este enorme grupo de entidades trabajen responsablemente y den cumplimiento a sus mandatos para garantizar ciertos derechos básicos a quienes arriban a Polonia desde Ucrania en busca de un sitio más seguro para vivir. Entre estos derechos mencionó el acceso a la educación, a la salud, al alojamiento y vivienda y la seguridad alimentaria. Destacó además que una de las respuestas operativas más importantes de ACNUR en Polonia para los refugiados es el otorgamiento de un subsidio que reciben las familias por un plazo de tres meses, el cual se activa una vez que son registradas en centros urbanos.
El rol de la ONU para asistir a la población ucraniana en Polonia
El 24 de febrero comenzó la guerra en Ucrania que desencadenó una de las crisis humanitarias y de desplazamiento de más rápido crecimiento de la historia.
Datos actualizados hasta el 17 de agosto indican que desde el inicio del conflicto 11,150,639 personas cruzaron la frontera huyendo de Ucrania, de las cuales 5,439,431 ingresaron a Polonia. Aproximadamente el 90% del total de esa población refugiada son mujeres, niños y niñas, los hombres mayores de 18 años deben permanecer para defender al país.
“Al llegar a Przemysl, ciudad polaca cercana a la frontera con Ucrania, la realidad es durísima, todos los días llegan personas en situación de extrema vulnerabilidad, la mayoría son ucranianas de clase media que dejaron todo lo que tenían y los primeros días deben dormir en lugares muy precarios que se fueron armando a medida que la crisis se agravaba. Estos lugares son depósitos sin privacidad, sin servicios básicos, y es allí donde las entidades de Naciones Unidas tienen un rol fundamental en asistirlos para preservar su dignidad. Allí pasan entre 2 y 3 días hasta que la mayoría se traslada a centros urbanos, pero muchas mujeres mayores prefieren permanecer en esas condiciones en la frontera, no quieren alejarse porque quieren regresar, solo piensan en reunirse con sus maridos e hijos varones que quedaron en Ucrania. El desmembramiento de las familias es muy doloroso”, relató Martín, quien trabaja en ACNUR desde hace más de quince años.
De las casi 5.5 millones de personas que arribaron a Polonia, más de la mitad han vuelto a sus hogares, pero aún permanecen cerca de 2 millones de las cuales aproximadamente 500.000 son niñas, niños y adolescentes, por lo tanto, otro de los problemas prioritarios es la educación.
“Junto con UNICEF, ACNUR está trabajando para apoyar la inserción educativa para que no queden fuera del sistema, es un gran desafío con un obstáculo grande que es la barrera del idioma”, aseguró Lettieri quien continuó diciendo: “Creo que es esencial el rol de Naciones Unidas en situaciones de emergencia por varias razones, por el conocimiento técnico que complementa el trabajo de los estados, por la experiencia, la visibilización y la movilización de recursos. La ONU provee vacunas, contratas docentes, presta asistencia para la salud física y mental, entrega kits alimentarios y de higiene y dinero en efectivo al cual se accede de manera bancarizada.
En este caso puntual, esta situación de emergencia fue de golpe y escaló en muy poco tiempo, el sistema ONU hizo una diferencia genuina, y el ACNUR cumplió con su doble rol: operativo y de coordinación, como ocurre con otras emergencias en otros países, que también merecen atención por parte de la comunidad internacional.”
En cuanto a su vivencia personal, expresó que sintió una responsabilidad inmensa por la urgencia y por la abrumadora cantidad de refugiados que llegaron en un período de tiempo tan breve. “Estoy convencido que la asistencia humanitaria salva vidas, pero es fundamental trabajar en las causas para evitar los conflictos y sus consecuencias.”