Cerca de 1300 personas eligieron este año jugar y aprender en el stand de Naciones Unidas Argentina.
Una nueva edición del festival de música Lollapalooza marcó una nueva oportunidad para conectarnos con la juventud y acercarles temáticas que son esenciales para el conocimiento de las nuevas generaciones, como lo es la contaminación de los océanos a causa de los deshechos plásticos.
El festival de música que reúne a más de 100 mil personas por día y que presenta más de 100 bandas durante tres jornadas en el Hipódromo de San Isidro, provincia de Buenos Aires, es sin duda el espacio ideal para captar la atención de los concurrentes, que mientras recorren del predio, se encuentran con Espíritu Verde, un sector donde varias organizaciones preparan todos los años stands para concientizar sobre diversas temáticas sociales y ambientales.
En esta ocasión, Naciones Unidas Argentina, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Asociación civil sin fines de lucro MINU, recibieron a las y los visitantes con una propuesta lúdica dividida en tres activaciones diferentes, a través de las cuales se les incentivó a conocer los principales plásticos que generan contaminación ambiental generalizada y cuáles son sus alternativas sustentables para así motivar al cambio en el consumo.
Leyenda: Cerca de 1300 personas se acercaron al stand de Naciones Unidas en Argentina para jugar y aprender sobre la contaminación por plásticos en océanos.
El viernes, primer día del festival, contamos con la presencia de la Coordinadora Residente de ONU Argentina, Claudia Mojica, quien participó de las actividades y dialogó con las y los voluntarios de la Asociación MINU. Como todos los años, los voluntarios llevaron adelante la convocatoria y los juegos, logrando que cerca de 1300 personas participen y se lleven premios producidos con material reciclado, reciclable o reutilizable.
Leyenda: La Coordinadora Residente de la ONU en Argentina concurrió al stand, participó de las actividades y conversó con voluntarias y voluntarios de la Asociación MINU, quienes llevaron adelante las activaciones durante las tres jornadas del festival.
Cabe destacar que este año se inauguró por primera vez un espacio de ONU Argentina dedicado a los más pequeños en la zona Kidzapalloza, donde también tuvimos la posibilidad de realizar actividades de reciclaje de residuos de las cuales participaron más de 400 niñas y niños, con el mismo objetivo de incorporar conocimientos sobre el impacto que tienen los plásticos en ecosistemas marinos, y aprender desde la infancia a evitar la utilización de utensilios y productos de ese material.
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