Durante esta pandemia, que continúa amenazando a la población mundial, se ha evidenciado que el accionar de la juventud es cada vez más imprescindible.
En el Día Internacional de la Juventud, entrevistamos a Federico Trupp, un ejemplo de lo que los jóvenes científicos pueden aportar en Argentina. Tiene 30 años, es Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Buenos Aires, y actualmente está realizando su doctorado en Física de materiales. Desde 2018, Federico es becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Como resultado de su excelente desempeño en este organismo Federico fue convocado por la investigadora Silvia Goyanes para conformar un equipo cuyo objetivo era diseñar las telas para el primer barbijo bactericida y antiviral en el país.
Luego de varias pruebas de laboratorio, junto a otros 13 investigadores y becarios, y a pedido de una empresa privada que financió el proyecto, Federico aportó su conocimiento para la creación de un barbijo destinado a la población general cuya tela previene la reproducción de bacterias y hongos ademas de inactivar a los virus que pretendan impregnarse. Los barbijos tienen una duración eficaz de 8 horas consecutivas y son reutilizables, permiten 15 lavados sin perder su capacidad preventiva. Ya están siendo fabricados masivamente, y la empresa donará el 10 por ciento de la producción a trabajadores sin recursos del conurbano bonaerense, la zona que concentra mayor cantidad de contagios y fallecimientos por COVID-19 en todo el país.
Parte de ese mismo equipo de trabajo, en el cual otros jóvenes también han hecho su contribución científica, está a punto de iniciar un proyecto aún más ambicioso del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación: el desarrollo de un barbijo con características antivirales y bactericidas para trabajadores del sector sanitario.
“Estoy muy contento de haber trabajado en este proyecto, que se generó con una rapidez increíble, antes de ser convocado me preguntaba cómo podía contribuir con la sociedad para apalear los efectos del virus”, de esta manera Federico manifestó su satisfacción por haber tenido la posibilidad de plasmar sus conocimientos en un proyecto vital para salvar vidas en el contexto de la pandemia.